La Hipnosis es un estado de consciencia con la atención muy concentrada y caracterizado por un alto grado de sugestionabilidad. Aunque pueda parecer que es un estado muy misterioso, en realidad es un estado de lo más normal. Seguro que has estado en hipnosis muchas veces en tu vida. Está en hipnosis el niño absorto en su juego de consola al que avisas para que haga algo y no te oye. En ese momento su atención está superconcentrada en el juego y está tan sugestionable que exclama ¡me han dado! cuando a él no le ha pasado nada en realidad.

También está en hipnosis el que va al cine. Al entrar a la sala, comienza a olvidarse, poco a poco, de las preocupaciones que traía de la calle. Se sienta en la butaca, Apaga el teléfono, Se oscurece la sala. Y su atención se dirige exclusivamente a la pantalla. Comienza la película y todavía es consciente de que es una película pero al poco tiempo está ya "metido" en la trama, hasta el punto de que es capaz de llorar si la escena es triste. Ese estado, con la atención enfocada sólo en la película y reaccionando a emociones como si le estuvieran pasando de verdad a él, es un estado muy parecido al estado de hipnosis. Un estado bien conocido y aprovechado por los publicistas !!

Los fenómenos hipnóticos son los diferentes tipos de sugestiones que se le pueden dar al sujeto hipnotizado. Se utilizan principalmente, aunque no exclusivamente, en las sesiones de hipnosis de espectáculo o demostrativas más que en las sesiones de hipnoterapia. Cada tipo de fenómeno suele requerir un nivel de profundidad de hipnosis diferente para que se pueda llevar a cabo con éxito.

Entre los más conocidos, podemos citar:

El uso más conocido de la Hipnosis es el entretenimiento de un público. Este es el caso de la hipnosis callejera, de la hipnosis de espectáculos, ya sea en teatros o en programas de televisión, y de la hipnosis hecha a modo de demostración. Pero la hipnosis también se puede usar para tratar de ayudar al sujeto hipnotizado a resolver sus problemas emocionales y también los problemas psicosomáticos, es decir, aquellos problemas físicos ocasionados por la mente.

La Hipnoterapia es la utilización de la hipnosis como herramienta para ayudar al sujeto a resolver sus problemas emocionales y también algunos de sus problemas que, aunque físicos, sean de origen emocional o mental. Es a esta aplicación de la Hipnosis a la que yo me dedico.

Un tratamiento de Hipnoterapia consta de varias sesiones. Normalmente, entre 2 y 5, dependiendo del tipo de problema a tratar y también del sujeto, de su deseo de solucionar el problema, su implicación en el proceso, su posible resistencia a enfrentar el origen del problema y su mayor o menor facilidad para entrar en hipnosis.

En ocasiones, se podrá suministrar al sujeto un audio de autohipnosis para que lo escuche a diario, entre sesión y sesión, para reforzar los efectos de las mismas. Si se realizan varias sesiones, se utilizan en cada una técnicas de hipnoterapia diferentes para abordar el problema desde diferentes ángulos.

Durante una sesión de hipnoterapia el sujeto puede vivr algunas experiencias que podrían parecer "fuera de lo normal".

En ocasiones, cuando se le pide retroceder al momento en que se originó su problema, se percibe a sí mismo viviendo en un lugar en el que no ha estado nunca, o se ve de otra raza, o de otro sexo, con otra apariencia, viviendo en otra época quizá. Está experimentando lo que se denomina una "vida pasada", al menos, aparentemente. Pues bien, al salir de la hipnosis, muchos sujetos están convencidos de que la experiencia ha sido algo muy real y creen en ello. Otros, sin embargo, piensan que la experiencia ha sido imaginaria, creada por su subconsciente del mismo modo que crea los sueños nocturnos. Para mi, como hipnoterapeuta, me resulta totalmente indiferente que el sujeto crea una cosa o la otra. Lo único que nos interesa es comprobar si esa experiencia, real o imaginaria, ha servido para ayudar al sujeto a resolver su problema. No somos historiadores. Si así lo fuéramos si que tendríamos interés en solicitar al sujeto datos sobre su supuesta vida pasada que pudieran luego corroborarse o pedirles que nos contaran su versión de hechos históricos para luego comparar. Pero no lo somos y sólo nos interesa resolver el problema del sujeto. También por ese motivo es por lo que no somos muy partidarios de hacer regresiones a vidas pasadas solo por curiosidad sin ningún problema a resolver.

Y lo mismo se aplica a otras experiencias transpersonales que se pudieran dar, como hablar con un familiar fallecido, con seres de luz o guías espirituales, experimentar cómo es la vida después de la vida o liberarse de espíritus acompañantes. No importa si crees que son reales o imaginarias estas experiencias sino si te sirven o no para resolver tu problema.

En primer lugar, a una sesión de hipnoterapia debes ir con la decisión firme de resolver tu problema. SI vas porque alguien te pagó el tratamiento o te insistió para que fueras porque a esa otra persona le sirvió... eso no te servirá a tí. Debes ser tu quien decida cambiar.

En segundo lugar, debes iniciar la entrada a la hipnosis con total confianza y libre de toda duda. Cualquier temor o duda sobre el proceso me la tienes que plantear durante la charla prehipnótica para no comenzar hasta que esten totalmente despejadas. ¿Porqué? Porque el ponerte a pensar o questionarte cosas del proceso te dificultará mucho entrar a hipnosis. La inducción de la hipnosis es un proceso que requiere toda tu atención, focalizada en el sonido de mi voz. No podrás entrar a hipnosis si al mismo tiempo estás pensando cosas como "¿será que me voy a dormir y luego no podré despertar?" o "¿estaré ya hipnotizado? porque no noto nada raro".

Por último, ve a la sesión como el que va a ver una película. Dispuesto a tener una buena experiencia. Cuando estás en el cine no te pones a pensar en que posición colocaron el micrófono en cada escena o si lo que te muestran no es real sino un grupo de actores haciendo un papel. ¡No!. Cuando vas a ver una película te metes de lleno en la trama y disfrutas la experiencia tal como se presente. Ya habrá tiempo para analizar en detalle la película cuando salgas del cine pero no mientras la estás viendo.

Durante la sesión estarás consciente todo el tiempo y si te llegaras a dormir por cansancio o por relajarte demasiado te tendré que despertar para poder continuar ya que toda la terapia se desarrolla dialogando, asi que necesito que puedas hablarme.

No sentirás nada fuera de lo normal, salvo que estarás muy relajada física y mentalmente, respirando de manera calmada, sintiéndote muy liviana y con tu atención totalmente enfocada en el sonido de mi voz.

En ningún momento perderás el control de tu voluntad. Cualquier sugestión de cambio que te dé debe ser aceptada por ti para que tenga efecto y si te llegara a proponer alguna sugestión contraria a tus principios, algo que en ningún caso querrías hacer fuera de hipnosis, entonces el efecto que tendrá dicha proposición es que te saldrás automáticamente de hipnosis, ya que tu rechazo siempre será mayor que el efecto de estar hipnotizada.

Eso no ha pasado nunca en los miles de sesiones de hipnosis que se llevan realizadas en todo el mundo. Si por cualquier motivo yo no te pudiera dar las instrucciones para salir de ese estado, pasado un rato de silencio o bien te saldrás tú sóla de hipnosis extrañada por mi silencio o bien pasarás a un estado de sueño natural si estás cansada. En alguna ocasión el sujeto insiste en quedarse donde y como está por encontrarse muy a gusto y dice que no quiere regresar. En ese caso, para que desista, suele bastar recordarle que si no regresa se le cobrará una sesión más :-)

En el fondo, toda hipnosis es en realidad una autohipnosis. Te lo explico: Puedo dar las instrucciones de inducción a la hipnosis a tres personas a la vez y conseguir que una entre en hipnosis profunda, otra en hipnosis ligera y otra no entre en hipnosis en absoluto. Por lo tanto, si mi actuación ha sido la misma para las tres y han conseguido resultados diferentes es porque esos resultados dependen en gran parte de ellas, de su aptitud y de su actitud, y no tanto de mi.

Conclusión: sólo te puedo hipnotizar si deseas ser hipnotizada y te propones seguir todas mis instrucciones sin cuestionarte lo que vayas experimentando. Ejemplos típicos de pensamientos que te dificultarán o sacarán de la hipnosis: ¿estaré ya hipnotizada? pues no siento nada extraordinario ¿para qué me pide que levante la mano?...En cuanto a la aptitud, sólo se requiere que hables mi mismo idioma (obvio) y que seas capaz de escucharme prestando atención a lo que te digo sin que tu mente divague de una cosa a otra mientras tanto. Por eso son más difíciles de hipnotizar los ancianos y niños, las personas con algún trastorno mental y las que se encuentren bajo los efectos de alguna droga.

La Hipnosis ha sido el objeto de investigación de muchos autores de innegable seriedad científica como Alfred Binet, William James, Wilhem Wundt, Clark Hull, H.J.Eysenck, Albert Ellis e Ivan Pavlov, entre otros. Del mismo modo, importantes asociaciones científicas cuentan con secciones especializadas en Hipnosis, como la American Psychological Association, y las principales Universidades occidentales incluyen la hipnosis en sus temarios de Psicología, Medicina y Odontología.

No se ha encontrado ninguna evidencia al respecto. Además, los estudios apuntan hacia la utilidad de la hipnosis en aquellos casos en los que se podría suponer un riesgo mayor como son los trastornos de personalidad múltiple. No se ha encontrado tampoco ningún caso de persona sana que haya desarrollado una psicopatología debido a la hipnosis.

Ninguno. Piensa que cada día se realizan cientos de sesiones de hipnoterapia en todo el mundo y eso ha sido así durante muchísimos años y no hay reportado ni un sólo caso de que la hipnosis haya ocasionado ningún problema a nadie. Sin embargo hay muchísima documentación sobre todos los beneficios que ha reportado.

La hipnoterapia facilita los resultados y disminuye el esfuerzo necesario pero no lo elimina del todo. Por lo tanto, el cliente debe implicarse y esforzarse activamente en el proceso para obtener el máximo beneficio del mismo.

Al igual que con las relaciones personales, la relación virtual siempre es más fría que la relación presencial cara a cara. Eso puede influir en lo que se tarde en conseguir la confianza necesaria entre ambas partes, lo que llamamos "raport". Pero una vez conseguida esa confianza, no hay diferencias de efectividad en cuanto a la terapia en sí. Sólo piensa que, tanto en una sesión virtual como en una presencial, vas a pasarte toda la sesión con los ojos cerrados y pendiente sólo del sonido de mi voz, así que en realidad no te va a influir si yo estoy a tu lado físicamente o hablándote desde cualquier otra parte del mundo.

Eso no se puede saber de antemano. Depende mucho del tipo de problema que tengas, de tu implicación en el proceso y de tus resistencias conscientes o inconscientes a efrentar los eventos que lo originan. Por regla general suelen bastar dos sesiones. En ocasiones pueden ser tres, aunque casi siempre se empiezan a notar los efectos ya desde la primera sesión.

Te garantizo mi profesionalidad y mi dedicación a tu problema al 100%. Los resultados no se pueden garantizar en ninguna terapia ya que no sólo dependen del terapeuta sino tambien del problema y del sujeto, en este caso tú. Imagina que te duele la cabeza y vas a una sesión con tu médico de cabecera. Él te manda unas pastillas. No se te quita. Regresas a una segunda sesión con él y te manda al neurólogo. Vas a una sesión con el neurólogo y te prescribe unas pruebas. Regresas a otra sesión con el neurólogo con el resultado de las pruebas. Te cambia el tratamiento. No te hace efecto. Regresas al neurólogo para contárselo. Te manda entonces a otro especialista... En ninguna de esas sesiones te dieron la garantía de que iban a resolver tu problema. Si ellos o yo te diéramos esa garantía no sería muy profesional hacerlo. Espero que lo comprendas. Sólo te puedo dar información estadística de los resultados que han obtenido otras personas con tu mismo problema usando hipnoterapia.